En un lluvioso día otoñal y en un ambiente de cálida fraternidad se dio inicio el lunes veinte de mayo al proyecto LOS TEJIDOS NOS HABLAN. Relatos del valle del Putaendo a través de la práctica tradicional del tejido a crochet, proyecto que tiene como principal objetivo poner en valor este valioso saber arraigado como práctica en la zona de Aconcagua desde el siglo XIX a lo menos. Más de una treintena de cultoras llegaron con sus creaciones desde Las Coimas, Rinconada de Silva, Lo Vicuña, El Asiento, Quebrada Herrera, Putaendo e, incluso, desde San Felipe, donde fueron recibidas por la coordinadora del Centro Cultural Estación Las Coimas, Joyce Ledger. De esta antigua práctica se puede decir que alcanzó su máxima expresión en la década del 80 del siglo XX, cuando las tejedoras se organizaron en una cooperativa y sus finos productos adquirieron notoriedad, siendo reconocidos como un sello de la zona e, incluso, exportados fuera de Chile. Mas, lo oneroso de los insumos y la llegada masiva de productos aparentemente similares debido a la apertura de los mercados por los nuevos acuerdos comerciales, acabó en los años noventa con esa instancia de organización. Pero lo que distingue a los tejidos de aquella época es la fineza y, por el tipo y calidad del tejido, su durabilidad en el tiempo. Ángela Herrera, coinvestigadora del proyecto, docente de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso, especialista en Patrimonio, realzó en la presentación estas características de los tejidos y del valor de perseverar en su práctica y desarrollo por las nuevas generaciones, y de la importancia del proyecto en visibilizarla toda vez que, además del catastro y las fichas técnicas que se harán de los productos, se habilitará vitrinas en el Centro Cultural Bernardo Parra de Putaendo para exhibición permanente, a lo que se sumará la confección de un dossier impreso con los resultados del proyecto.
Durante el encuentro se fotografiaron las creaciones que las cultoras llevaron y se conversó sobre sus respectivos procesos de aprendizaje, coincidiendo algunas que, en condiciones de precariedad económica, recurrieron a espinas de cactus o rayos de ruedas de bicicletas para suplir las agujas requeridas para la confección.
El proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, ámbito regional de financiamiento, Convocatoria 2024, Folio 715697, y es dirigido por Marco López Aballay, gestor cultural de Putaendo.